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22 El otro dinero que trajimos es para comprar comida. No sabemos quién nos volvió a meter el dinero en nuestros costales.

23 Entonces el siervo les dijo:

—Cálmense. No se asusten. Su Dios, el Dios de su papá, les debe haber metido el dinero en sus costales. Yo mismo recibí su dinero la vez pasada.

Luego el siervo trajo a Simeón ante ellos. 24 Después los hizo seguir a la casa de José, les dio agua y les lavó los pies. También les dio comida a los burros.

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